Es un elemento artificial que tiene como objeto rehabilitar parte de la anatomía bucal perdida; desde una pieza dental hasta todas las piezas dentales de la cavidad oral.
El uso e importancia de la prótesis dental viene desde hace muchos años atrás.
Si bien no es nuestra pretensión desarrollar un tratado de historia de la prótesis dental, daremos unos ejemplos para mostrar que siempre estuvo presente la idea del reemplazo del órgano dental perdido:
Los fenicios usaban oro blando y en rollo para la confección de prótesis; en el año 747 adC los etruscos fabricaban puentes muy complejos con bandas de oro soldadas entre sí y usando piezas dentales humanas y/o de animales. En el año 300 adC ya se hacía uso de coronas y fundas dentales, y en el 65 adC se mencionó el uso de marfil y madera para hacer diente artificiales. Más adelante, ya en el siglo XV encontramos los primeros juegos de dentaduras postizas en europa, eran de una sola pieza talladas en marfil o madera o con incrustaciones y/o diente naturales de muertos o incluso de vivos que cambiaban sus piezas dentales por dinero. Por supuesto estas prótesis eran incómodas e inexactas, pero era lo que había en esa época, y no todos tenían acceso a ellas. Con este pequeño resumen podemos deducir que tanto el avance de los conocimientos sobre anatomía y fisiología bucal, así como la aparición de nuevos materiales, y el advenimiento de la tecnología que brinda la posibilidad de acceder a más y modernos instrumentos y maquinarias, van a permitir fabricar eficazmente mejores prótesis dentales. Actualmente, el encargado de fabricar las prótesis dentales es el Protésico dental, que las elabora en un Laboratorio dental tecnológicamente equipado para tal fin.
La funcionalidad bucal es el principal objetivo de una prótesis dental, se debe recuperar la masticación eficaz sin interferir en la correcta deglución, puesto que ambas condiciones llevan a una adecuada digestión. El portador de la prótesis debe tener una fonación que le permita una buena dicción. Y por supuesto debe poder realizar una correcta respiración. La dificultad de realizar una prótesis dental está justamente relacionada con la multifuncionalidad del órgano a restaurar.
Toda prótesis debe tener una retención eficiente, o sea, que se mantenga sujeta en la boca y que no se mueva ni se salga de su posición. Las estructuras de la boca que soporten la prótesis deben ser escogidas con sumo cuidado , ya que la estabilidad y la retención dependerán principalmente de un correcto soporte. La estabilidad de una prótesis es fundamental, ya que si es inestable, se balanceará de un lado hacia el otro y de por sí producirá incomodidad.
Las prótesis pueden ser: dentosoportadas ( soportadas por dientes pilares: son prótesis fijas); mucosoportadas (se soportan en las encías, son dentaduras removibles completas); dentomucosoportadas ( se soportan en las encías y los dientes remanentes, son prótesis removibles parciales ) e implantosoportadas ( se soportan en implantes dentales colocados previamente en los maxilares, pueden ser fijas o removibles).
La sola funcionalidad de la prótesis dental ya significa calidad de vida y por lo tanto salud para el paciente, pero también es importante evitar que el resto de las estructuras dentarias sufran deterioros, por esto es de tener en cuenta que las prótesis también recuperan la dimensión correcta del tercio inferior de la cara evitando malposiciones articulares (ATM) que podrían devenir en patologías crónicas en un futuro.
No debemos olvidar que, en la sociedad actual, la estética es un plus al que nadie quiere renunciar; la belleza es un concepto abstracto y subjetivo por lo que muchas veces “nuestra” estética no es la del paciente, por lo que debemos escucharlo y prestarle mucha atención a sus comentarios para lograr la satisfacción en este campo.
A la hora de confeccionar una prótesis dental deberán tenerse en cuenta la línea media, la línea de la sonrisa, y la línea de los caninos, parámetros estos que nos permitirán darle una estética y naturalidad adecuada, en concordancia con el rostro del paciente.
Existen distintos tipos de prótesis dentales y cada una será prescripta según las necesidades del paciente. En muchas ocasiones se puede resolver un caso mediante la aplicación de distintas prótesis debiendo el profesional explicarle al paciente las ventajas e inconveniente de cada uno de las soluciones propuestas, de esta manera el paciente puede elegir mediante estos consejos profesionales ya sea por salud, comodidad, estética, eficacia y/o por precio. No en todos los casos se puede elegir, y muchas veces el estudio prostodóntico realizado por el dentista, y si fuera necesario, en coordinación y colaboración con un técnico de laboratorio no da más que una sola opción de rehabilitación oral.
La clasificación de prótesis más fácil para el individuo común es la siguiente:
- Removibles: son las llamadas “dentaduras de quita y pon”, son aquellas que el portador de las mismas puede retirar de la boca y volverla a colocar. Dentro de estas pueden ser según el material con el que se las fabrique: de resina, de metal ( esqueléticos), de poliamida de Nylon (flexibles).
- Fijas: son aquellas prótesis que una vez colocadas por el dentista no pueden ser removidas por el paciente. Van desde una funda o corona, pasando por un puente hasta toda una arcada maxilar. Generalmente suelen ser: de metal, de metal-porcelana, de porcelana libre de metal, de resina, de zirconio.
- Mixtas: son prótesis en las que una parte es fija y otra removible, la unión entre ambas viene dada por un elemento conector llamado anclaje.
Podemos decir, sin equivocarnos mucho, que el paciente desdentado, sobre todo el desdentado total, sufre una discapacidad como producto de esa ausencia de pieza/s dental/es, se podría decir que es un “mutilado oral”, por lo que siente la necesidad de rehabilitar esa pérdida para recuperar su calidad de vida.
Como una imagen vale más que mil palabras en las fotos que acompañan este texto podemos ver distintos tipos de prótesis dentales, esperamos que sirvan como referencia para que las personas puedan hacerse una idea de algo que, en muchas ocasiones al no tener una imagen de referencia, resulta un bien intangible y abstracto.