Sonría sin cesar en estas fiestas navideñas
Llega la Navidad y con ella las reuniones familiares, celebraciones con amigos, comidas de empresa… compromisos que hacen que nos permitamos ciertas licencias que no nos hemos concedido el resto del año. Por Navidad es casi inevitable hacer algunas cosas en exceso, como comer, beber, fumar, comprar y, por el contrario, debido al cambio de nuestros hábitos de vida durante estos días es también habitual tendemos a olvidarnos de alguna de las buenas costumbres, como cepillarnos los dientes después de cada comida.
También llegan las fotos, en cualquier lugar y con todos: amigos, familia, pareja, etc. Entonces es cuando se empiezan a sumar los problemas… No tenemos la boca bien: dientes ausentes, manchados, prótesis que se mueven, nos falla la función masticatoria con variados alimentos que no podemos degustar (tan necesaria en estas épocas navideñas!) Así como la estética (no sonreímos, y si lo hacemos nos tapamos con la mano!), ambas situaciones son incómodas y nos hacen sentir mal.
Todos los años, por estas fechas, recuerdo a mis pacientes, y a los que aún no lo son, que para disfrutar de las fiestas de fin de año hay que pasar una revisión dental y solucionar todo lo que sea necesario durante el mes de noviembre (y aun así vamos mucho justos!). Porque lo que no vale es venir el día 15 de diciembre y decirle al dentista: – Arrégleme toda la boca que viene mi familia y tengo que comer bien y salir guap@ en las fotos y vídeos!
Si tiene problemas dentales y está leyendo este artículo, por favor, no pierda más tiempo dudando si ir o no al dentista, los tratamientos dentales tienen su duración y no podrá conseguir sus objetivos si espera que se acerquen más las fiestas.
Muchas veces no le damos a una sonrisa bonita el valor que se merece. Recordad que una sonrisa no cuesta nada, pero crea mucho:
- Enriquece a quien la recibe, sin empobrecer a quienes la dan.
- Crea la felicidad al hogar, alienta la buena voluntad en los negocios y es la contraseña de los amigos.
- Es descanso para los cansados, luz para los decepcionados, sol para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones.
- Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es una cosa que no rinde beneficio a nadie salvo que sea brindada espontánea y gratuitamente.
Te daré unos consejos para cuidar tu sonrisa:
- Controla lo que comes. Es importante controlar qué y cuánto se come, sobre todo en relación a los típicos dulces navideños. Intenta no comerlos cada día y sobre todo, evita picar entre horas: está demostrado que los azúcares (junto con una mala higiene) tienen relación con la aparición de las caries.
- Cepilla tus dientes. Durante estas fechas se hacen muchas comidas fuera de casa y es difícil mantener la higiene bucodental habitual. A pesar de que se coma o cene fuera de casa, no hay excusa para dejar de cepillar. Cepillos de viaje, más pequeños o plegables que puedes llevar en el bolsillo o bolsa.
- Presta atención al morder alimentos muy duros con los dientes delanteros, como el turrón o marisco; sobre todo si llevas restauraciones de composito o carillas, puesto que podrían fracturar o desengancharse.
- No dejes que te amargue las fiestas esta caries que tenías pendiente de obturar o una muela del juicio que de vez en cuando te da problemas, o esta dentadura postiza que no se sujeta ni con pegatinas, o este puente que se mueve, o este espacio vacío en que hubo un diente y ahora te avergüenza que se vea. Todavía estás a tiempo de coger cita con tu dentista y quitarte el problema de encima.
- ¡Lleva siempre una sonrisa puesta! No olvides nunca que estas fiestas de fin de año son para relajarse y pasárselo bien, sonríe sin pudor y disfruta de las comidas con tus amigos y parientes. Sonreír es vivir, y en estas épocas, nunca mejor dicho…